En esta calle de Salamanca, empezó todo.

Román Simón, mi padre,  abrió las puertas de su propio establecimiento para hacer llegar los zapatos con la mejor relación calidad-precio a los pueblos cercanos, y no tan cercanos, de la capital charra.

Con su eslogan "CALZADOS SIMÓN, los mejores son", supo llegar al corazón de los salmantinos y ponerse “a sus pies”.

Ubicada en la calle Pozo Amarillo nº 10, la tienda presentaba una fachada protegida con una placa conmemorativa de los milagros del patrón de Salamanca, San Juan de Sahagún.

Las ventas subían "como la espuma" pero faltaba algo: sus zapatos eran confortables y resistentes, pero no servían para un evento, o bien, no eran todo lo elegantes que deseaba.

Por ello, no sin antes visitar todas las ferias de calzado de Europa, abrió la primera BOUTIQUE de Salamanca, junto a la puerta de entrada a la plaza Mayor (Calle Prior, 5).

En ella, se ofrecían las mejores marcas Premium de España y Europa, así como, la norteamericana Sebago.

Posteriormente, se celebró la apertura de sendas sucursales en Burgos y Madrid.

Por todo lo expuesto, deseo volver a nuestros inicios para poder ofrecerte los mejores zapatos en cuanto a calidad se refiere: los zapatos españoles.

Y, claro está,

¿Qué hay más español que un zapato castellano?